Mozart tiene diecinueve años cuando actúa en Munich en un desafío de piano con Ignaz von Beecke, cuarenta y dos años. Sigue una carrera militar, aunque no es tomada de la música. Aprendió el piano en la autocontrol hasta que se convirtió en virtuoso. También se entrega a la composición. Hizo varias estadías en Viena, donde mantuvo a sus familiares con Mozart, así como con Gluck y Haydn. No era un masón.

La correspondencia entre Mozart e Ignaz von Beecke presentada en este libro es completamente la imaginación del autor que se basa estrictamente en hechos reales y perfectamente documentados. Este intercambio comienza el día después de la iniciación de Mason de Mozart.

El tema de la masonería crea muchas quimeras y fantasías. Muchas personas informaron sobre la pertenencia de Mozart a un albergue, pero pocas diseñaron lo que lo buscaría y qué música exacta compuso en este contexto.

A través de esta correspondencia romántica, el lector seguirá al famoso músico en sus iniciaciones, sus reflexiones, sus frecuaciones, sus esperanzas masónicas. Estos intercambios de cartas también relacionan una parte de su vida familiar, sus viajes, sus conciertos y, por supuesto, sus composiciones.

La autora, sin ser miembro, conoce particularmente la masonería que estudió y enseñó en el contexto universitario.